Sur o no Sur


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Sur o no Sur 
Ser o no ser
Sentir o no sentir 


Absurdo sería despertar después de una noche de desvelo ojeando las fotos con las piezas de la muestra, leyendo libros al azar y no recordar… todo resurge con un fragmento del escritor Marcelo Matthey quien comenta que al encontrar un lugar bello, fija su mirada para distinguir las pequeñas partes que lo componen; o al ver una casa trata de observar las personas que allí viven. Casi magnífico resumen de lo expuesto en la Galería Siesta de Barcelona, que nos acerca joyería argentina dentro del marco de la Semana de la Joya de Barcelona. 
Son Ana Weisz, Cecilia Hecker, Eva Burton, Elisa Gulminelli, Gabriela Cohn, Gastón Rois, Iacov Azubel, Jorge Castañón, Lucia Mishquila Brichta, Maria Carelli, Mercedes Castro Corbat, Patricia Rodriguez y Sabina Tiemroth quienes exhiben “sures” llenos de paisajes, de rincones que delinean pensamientos y de lugares habitados cuyos límites se desdibujan conectando historias y hemisferios de un sentir difícil de catalogar. 
Hay tanto por conocer y descubrir sobre lo que sucede en este mágico sitio, que quienes hoy hacen de nexo, Mercedes Rodrigo y Eva Burton, nos dan las claves para terminar de abrir esta puerta que dejan entreabierta. 


GK- ¿Cómo surgió Siesta? 
MR- La idea de crear una galería en donde compartan espacio distintas piezas de diferentes disciplinas, que rompa el concepto de una galería tradicional, a las que aún gente como yo, que llevo años en esto, varios en Argentina y once en Barcelona, me da reparo entrar. 
Un espacio en donde se respeten los viejos oficios, intentando crear una especie de “oasis” en este mundo tan contaminado en tantos aspectos. 

GK-¿Cuál es tu joya más preciada? ¿Por qué? 
MR- No tengo prácticamente joyas en casa. Muy poquitas, pero la que siempre uso más allá del valor estético que pueda darle, es una esclava de oro que llevaba mi abuela, de la que mi madre hizo hacer cinco, una para cada una de sus hijas. 
GK-¿Qué lazos te unen a la argentina que te hayan impulsado a realizar la exposición? 
EB-¡Me unen los lazos de ser argentina! Al decidir venir a Barcelona a continuar mis estudios observaba desde fuera mi país y seguía el movimiento y el crecimiento de esta disciplina, viendo cómo todo iba creciendo más y más... Me sentía muy lejos y quería ser parte de ello. 

GK-¿Qué significa "Sur"? 
EB-Sur es lejanía. Es calor y verde pero también frío azul y blanco. Son muchos sonidos y también muchas voces. Es la casa de la que partí...Es la casa a la cual algún día quiero volver... 
MR- Sur es una mochila verde con mucho espacio... Es luz y es caos. Es verde y olor a Tilos. Es mucha contradicción. 

GK-¿Qué te gustaría que suceda, se genere con la muestra? 
EB- Esta exposición para mí se basa en el intercambio, la difusión y la colaboración. Traer la visión de los argentinos a Europa, para que los que están aquí tengan la posibilidad de apreciar cosas diferentes y para los que están allí tengan la posibilidad de enseñar su arte. Como cada quien tiene su lenguaje, reinterpreta las técnicas tradicionales y escoge sus materiales para desarrollar su propio mensaje. 
MR- Me gustaría que cada pieza encuentre a su dueño. Que la gente que viene a ver joyería contemporánea por aquí, también piense un momento que allí en el sur también se hacen con el mismo espíritu piezas especiales. 


Trece obras, trece habitáculos que sueñan​ ser para volver a ser. 

Guigui Kohon. Buenos Aires, Agosto 2014.





“Sur o no Sur”, una carta para Siesta.

Vivo en el centro de Europa y nací en el Mediterráneo, Barcelona.
Me plantean la siguiente propuesta: mirar una colección de fotos de piezas de joyería contemporáneas y escribir desde la intuición sobre ellas.
Si son o no son. Del sur o del norte ¿de dónde? ¿En relación a qué punto geográfico del planeta?
Y me dicen, ellos, los artistas son del sur, de Argentina.
Suelo escribir después de ver una a una las piezas, captar y anotar las emociones que ellas me provocan en la piel y no en la cabeza.


En mis oídos, notas de acordeón y violín; entran buenos aires por mi ventana. Cierro los ojos y a media luz recorro un caminito hasta un lugar real en la Tierra de Plata. Patagonia, en el profundo cañadón del río Pinturas, la Cueva de las Manos, la expresión artística más antigua conocida de los pueblos indígenas que poblaron Sudamérica hace 12.000 años.

13 son los artistas de esta exposición y 26 las manos hacedoras de ornamentos únicos. Sur o no Sur, ésta sí es la cuestión, en el Fin de América hay una forma contemporánea de interpretar técnicas ancestrales y contar historias personales y universales.
Como en aquella cueva, los colores que predominan en estas obras de arte son el rojo, ocre, amarillo, blanco, negro y son de materiales naturales como madera, caucho, algodón y minerales. Las manos pintan, modelan, cosen, pegan, ensamblan, sueldan y golpean. Las acciones gestuales dejan salir a la superficie una variada paleta de emociones contrastadas.


De la alegría infantil como juego animal en un jardín onírico con Ana y Cecilia. A la toma de conciencia de una propia simbología por delante y detrás de los mundos hogareños de Eva y Mercedes.
La expresión visceral de paisajes interiores, repitiendo con paciencia la misma forma o textura llegan de las manos de Sabina, María y Lucía.
La paz femenina a la luz de la luna, como el frío de los glaciares es de Gabriela y es contrarrestado por el calor y únicas piezas verdes que hablan de lo salvaje del lugar con Gastón.
La pareja Patricia y Jorge, como en el tango, lo masculino invita a lo femenino a conversar en una misma dirección por la carretera austral hasta el horizonte para después volver. Ya en la casa de Elisa, con sello y postal de Iacov, escribí esta carta. 
Marta Miguel. Barcelona, Agosto 2014.